Por qué puede doler la garganta
Lo más frecuente es que el dolor de garganta esté causado por infecciones víricas, pero a veces la causa es:
bacterias;
alergias;
tensión muscular en el aparato vocal;
aire seco;
inhalación de irritantes;
enfermedad por reflujo gastroesofágico.
Por eso, a veces sólo un médico puede aliviarlo.
Cuándo hay que ir al médico por un dolor de garganta
Normalmente el dolor de garganta desaparece por sí solo en unos días, pero a veces no se puede prescindir de ir al médico.
Cuándo llamar a una ambulancia
Llama a una ambulancia si
hay dificultad para tragar o respirar
babea con mucha profusión: puede ser señal de que no puede tragar;
tu respiración se vuelve sibilante y ruidosa;
el dolor es muy intenso y el cuadro empeora.
Cuándo pedir cita
Consulte a un médico de cabecera o a un otorrinolaringólogo si el adulto tiene:
El dolor de garganta es muy intenso o dura más de una semana sin disminuir;
la ronquera persiste durante más de dos semanas
dificultad para tragar
dificultad para respirar
el dolor dificulta abrir la boca
se aprecia hinchazón del cuello o de la cara
hay dolor en el oído
hay sangre en la saliva o en el esputo producido al toser
aparece una erupción cutánea
hay dolor intenso en las articulaciones
la temperatura ha subido por encima de 38,3 °C.
Puedes llevar al niño al pediatra aunque el dolor de garganta no haya desaparecido tras el primer sorbo matutino de una bebida caliente, como el té.
Cómo aliviar el dolor de garganta por tu cuenta
Si no hay síntomas alarmantes, el dolor de garganta puede tratarse en casa. Estas son las formas recomendadas por los médicos para aliviar las molestias.
1. Beber algo caliente
Té, compota, bocaditos, caldo: estas bebidas hidratan la mucosa irritada y, por tanto, pueden ayudar si tienes dolor de garganta.
Si tienes tos, puedes añadir miel al té. Sin embargo, los expertos del centro de investigación estadounidense Mayo Clinic recuerdan que no debe administrarse a niños menores de un año.
2. Come un poco de helado
Chupa unos cubitos de hielo o come helado. Aunque a muchos les asustaba de niños que los helados pudieran irritarles la garganta, lo cierto es que el frío reduce la inflamación.
3. Haz gárgaras con la garganta
Añade media cucharadita de sal común de mesa a un vaso de agua tibia, o la misma cantidad de bicarbonato, y mezcla bien. No más, para no irritar más la garganta. Y no tragar la solución: después de hacer gárgaras hay que escupirla.
El agua salada ayuda a reducir la inflamación y la irritación de la garganta. El bicarbonato alivia la garganta, disuelve la mucosidad y puede ayudar con el reflujo ácido que irrita la garganta.